Bueno, después de estas largas vacaciones de contingencia, en la que no sólo se alteró la programación de la tele, los atuendos de la gente en la calle, los ciclos de lavado de manos, el calendario escolar, los temas de conversación, la forma de vernos del resto del mundo y alguna que otra ley, por señalar algunas cosas, parece que tampoco a muchos les llegaba la inspiración... (con muchos me refiero a todos los dueños de los blogs que leo... Gander... ¿qué pasa que no escribes?)
Bueno, en mí caso, no es que no tuviera de qué escribir... en verdad, tengo tela de dónde cortar, pero he decidido que a partir de ahora tendré un poco de respeto hacia mi persona y me guardaré alguna que otra de las cosas que me pasan para mí y mis noches de insomnio...
Y hablando de insomnio... Caray, aparte de padecer eso de que nomás no puedes dormir, y das vueltas y vueltas y nada, la temperatura de estas últimas semanas no ayuda... ya sé, ya sé, van a decir, aaaah a esta vieja nada le parece... odia el frío pero también el calor. Y están en lo cierto, mis queridos lectores... ¡también odio el calor! Pero menos que el frío, hasta eso sí sé respetar proporciones. Pero eso no quita que lo odie mucho y odie que no me deje dormir y que me despierte y que me haga sentir pegajosa y mugrosa y sedienta.
Bueno, en mí caso, no es que no tuviera de qué escribir... en verdad, tengo tela de dónde cortar, pero he decidido que a partir de ahora tendré un poco de respeto hacia mi persona y me guardaré alguna que otra de las cosas que me pasan para mí y mis noches de insomnio...
Y hablando de insomnio... Caray, aparte de padecer eso de que nomás no puedes dormir, y das vueltas y vueltas y nada, la temperatura de estas últimas semanas no ayuda... ya sé, ya sé, van a decir, aaaah a esta vieja nada le parece... odia el frío pero también el calor. Y están en lo cierto, mis queridos lectores... ¡también odio el calor! Pero menos que el frío, hasta eso sí sé respetar proporciones. Pero eso no quita que lo odie mucho y odie que no me deje dormir y que me despierte y que me haga sentir pegajosa y mugrosa y sedienta.
Y en fin, así es esto del cambio climático y el calentamiento global... dos cosas que no sé qué son y no me interesa... jajaja. Ash bueno, no soy taaan inconsciente social, pero no creo que en realidad podamos hacer algo por cambiar drásticamente el rumbo que la tierra quiere tomar.
Y mientras ella está en lo suyo, ustedes en lo suyo y yo en lo mío. Y en menos de dos semanas mi hi5 cambiará la edad que dice que tengo... En realidad no estoy preocupada por la posible depresión que eso pueda generar... tampoco sé cómo voy a celebrar, ni siquiera sé qué quiero de regalos... es más, yo ya asumo que tengo la edad que voy a cumplir, por lo que no me hace tanta falta ese cumpleaños... ja, a lo mejor es que ya caí en la depre y ni cuenta me he dado. Cómo sea, creo que últimamente mis emociones se han inclinado hacia otro lado porque ni siquiera estoy tan nerviosa por el estreno (lo siento Ceci, será lo que tenga que ser, acéptalo). Y eso no me agrada porque sé que la puedo pasar muy mal y no quiero. Porque sé que soy una cobarde y que a pesar de conocer al derecho y al revés el hoyo, no me agrada. Porque ando de un bipolar qué bueno, ni la pobre loca de Alicia. Porque me molesta pensar y sentir y escuchar... pero me molesta más no escuchar, aunque sería buena idea dejar de pensar y sentir. Pero no puedo, porque estoy muy despierta por culpa del calor, cuando no tengo nada que hacer y debería dormir y entonces me pongo a pensar... En fin, creo que ya los aburrí y pal caso, ni llegaré a ningún lado, así que mejor me despido, esperando que la próxima entrada sea más normal y menos aburrida!