Escribir para mí es liberar... es algo catártico. Cuando necesito vaciarme porque siento que ya no puedo más y que en cualquier momento voy a estallar, escribo. Y dejo ir.
En estos momentos hay tanto que escribir sobre Él. Él que siempre tuvo una sonrisa, un comentario oportuno en el momento inoportuno y viceversa, (que siempre la hacía enojar); Él, que era todo bonachón. Que nos llamaba como sólo él podía habernos llamado. Que nos enseñó que nada como un buen tequila, con limón y jitomate, y un pedazo de aguacate para abrir el apetito. Que cantar y bailar es fundamental en la vida. Y sobre todo, que el amor es uno y es para toda la vida. Él que nos enseñó eso y tantas y tantas cosas más.
Hay tanto que escribir sobre ti... pero no puedo. Porque sé que estás bien, y sé que estaremos bien. Pero aún no puedo y no quiero dejarte ir. Algún día, cuando aprenda a escribir de otra manera, cuando ordene mis ideas y sepa que escribo porque lo merezco y no sólo porque lo requiero... ese día le contaré al mundo más de ti.