Resulta que mi entrada anterior hablaba de lo malo y feo de mi vida... hoy es diferente. Hice lo que tenía que hacer, no sé si cuando tenía que hacerlo y como tenía que hacerlo, pero descubrí que no soy víctima, que una relación es cosa de dos y que entre dos se busca la solución. Y es que los que me conocen saben que soy un ser medio grinch, pero... sí, está bien, lo acepto, sí existe el amor.
Y por eso les voy a contar una historia.... (verídica, por cierto)
Ella se llama Teresa. Él Edmundo. Ella es una mujer única, preciosa, inteligente, directa... pero sobre todo, toda una dama. Él es honesto, simpático, romántico y todo un caballero.
Corría el año de 1945, cuando Tere estaba platicando con su prima en la calle en la que vivía, en la entonces pequeña ciudad de Aguascalientes. En ese momento, Edmundo caminaba sobre la misma calle, acompañado de su hermano. Tere lo vio... le pareció alto, flaco, feo y sin chiste... tanto que se lo comentó a su prima. Él... él (en el lenguaje actual y un poco vulgar) ya le traía ganas. Ella no sabía que era su vecino, que sólo 4 casas lo separaban. Él sabía que los separaban más que 4 casas... pero confió en que era más lo que los podía unir.
Él comenzó a buscarla. Ella comenzó a interesarse. Él decidió conquistarla. Ella se dejó enamorar. Ella tenía 15 años. Él 4 más. Y así, con el típico cortejo de hace tantas décadas (que obvio sólo conocemos por películas porque en nuestra vida actual las cosas son muy distintas), comenzaron a vivir su amor... y a luchar por él, a defenderlo... no importa de quién. Nadie les iba a impedir estar juntos...
Y les costó trabajo. Y está bien, porque lo que fácil llega, fácil se va. Por eso esto ha durado tanto. El papá de Tere se opuso a esta relación. Tenía otros planes para su hija. Y ella, completamente fiel a Dios y a su instinto de mujer, a su amor y a su vida, decidió no doblegarse ni siquiera ante ese ser que le dio la vida, pero no el apoyo para ser feliz.
Y así, la luna de miel les duró 5 años. 5 años que Dios les regaló para ellos, para que disfrutaran sólo ellos, para que se conocieran, para que se enamoraran cada día más y para que se dieran cuenta que habían tomado la decisión correcta. Después de 5 años nació su primer hijo... y de ahí no pararon.
Tere y Mundo hoy tienen 8 hijos, 2 nueras (casi 3), 3 yernos (casi 4), 7 nietas, 10 nietos y mucha gente que los rodea y los ama, no tanto como toda su familia, pero casi. Tienen achaques, pero también tienen siempre una sonrisa. Han inculcado ese amor, esa fé, esas ganas de vivir y ser felices a sus hijos y sus nietos. Son amorosos, tiernos, luchones. Son hermosos. Pero lo mejor... son mis abuelos.
Y hoy precisamente cumplen 60 años de casados... y el tiempo no pasa por ellos pues en sus ojos aún se refleja ese amor, cariño y respeto que siempre se han tenido.... aunque creo que están más enamorados que hace 60 años.
Él da la vida por ella. Ella la da por él. Si se va uno, se vanlos dos. Pero yo sé que nunca se irán.
El amor sí existe... yo lo sé. Las historias de amor verdaderas también... No creo en los príncipes azules... pero sí en los altos, flacos, feos y sin chiste...
Sé que ellos posiblemente nunca leerán esto, pero LOS AMO!!! Son mi inspiración (y estoy segura que la del resto de sus nietos emos...)
1 comentario:
espera... una lágrimita se asoma!!!! que bonito :D. Ahora aclarame si los altos feos y sin chiste son la neta... porque los corres de tu vida??? jajajaja. Que linda la historioa de tus abues :D
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