viernes, 27 de marzo de 2009

Sobre una terrible experiencia onírica y otras cosas...

Aaaay!!!! El miércoles yo era muy feliz. Bueno, ni tanto, había hecho el oso, no registré mi tesis ni resellé mi credencial, pero estaba no tan mal... hasta que me llegó un correo de TonSel Producciones donde venían las fechas en las que tendremos función. ¿Y eso qué? Ps nada, está padre que presentemos, aunque no me agradó tanto que una de las funciones será el día de mi cumpleaños... en fin...

Reclamé un rato, pero Ceci me dio el avionazo (gracias Ceci), y dije, ps ya, luego te preocupas por eso, total, han pasado peores cosas en la historia de la humanidad. Así que seguí con mis líneas de tesis, como toda una ñoñísima, y cuando ya no podía más, me fui a dormir. Y ahí empezó lo peor.

Mi primer sueño, o al menos el que recuerdo, era algo que sólo en un sueño: tenía mucho dinero ahorrado, así mucho!! Bueno no tanto, pero al menos sí para llevar a cabo mis posiblemente próximos planes frutrados. Pero después... ¡oh no! No sé cómo llegué ahí, pero llegué... y tarde. A un camerino raro, donde estaban los que supongo son mis compañeros de la obra y Ceci, (a ti sí te recuerdo perfectamente). Ella estaba vuelta loca, me dio mi vestuario que era un vestido chueco y raro al que nunca le encontré forma y ahí me cayó el veinte de que no sabía qué hacía ahí. Pero dije, tranquila, te sabes tus líneas, sólo sal y haz lo mejor que puedas. Así que en el momento en el que tenía que salir lo hice. Y salí gritando...¡No! ¡No quiero morir! Pero algo no cuadró: el Dr. Roda estaba sentado en un pupitre, con el libreto en la mano y me contestó una línea que no seguía, yo intenté salvar la obra, pero ese señor que estaba ahí sentado y a quién jamás había visto seguía leyendo incoherencias. Así que intenté soplarle y seguir, pero fue inútil. Y el público ya se estaba levantando y saliendo. Y yo sintiéndome del nabo. Total, la obra valió queso, yo me sentí peor que cucaracha aplastada, nadie me quiso hablar después de eso, y terminé en un café hablando de mi depresión con no sé quién.

¿Cómo pasé de los ahorros de mis sueños a mi peor pesadilla? No tengo idea. Esto espero no sea una señal, una predicción o un gran trauma. Pero así pasó... ¿Alguien sabe descifrar sueños? Help!

Y ps ya pasando a cosas más agradables... el jueves subí un cerro que no sé cómo se llama pero está en Xochimilco, por La Noria. En mi vida me imaginé llegando tan alto por mis propios pies. Pero, creo que tengo mejor condición de lo que pensé. Además estuvo repadrísimo... luego les platico en persona las cursilerías, aquí me da penita, jajaja.

Oigan, y qué saben de eso de que le van a cambiar el nombre a Etiopía y Viveros?? Y además por unos bien chafísimas y largos??? Acaso los del gobierno cada día son más idiotas?? Bueno, la última pregunta no la contesten, la respuesta es obvia... En fin, eso no me late, ojalá no pasé, y si sí ps ya armaremos una revuelta en contra de los nombres chafas de las estaciones del metro. Y ya me excedí y seguramente ya les di flojera, así que ya acabaré pa que le sigan con el hi5, facebook , otros blogs y demás cosas importantísimas que hacer en la red, jajaja. Los quiero!

miércoles, 25 de marzo de 2009

Pa' cerrar con broche de oro...



Resulta que hoy se llevó a cabo una nada famosa ceremonia de entrega de diplomas a graduados que organiza la coordinación. Para empezar, el mail, sí, ése de comunicados.sae.politicas... y anexas, nos llegó, (a la mayoría), ayer en la tarde-noche, lo cual fue un problema, pero nomás a medias, porque la mayoría somos desempleados abiertos a infinidad de propuestas sobre diversas formas de perder nuestro tiempo. Los que no son fans del internet y no vieron el correo, fueron avisados por alguien más... y los que ni eso... la verdad no se perdieron de nada.

El caso es que hace como tres meses ya habían mandado un mail, y unos cuantos ilusos llegaron con sus mejores galas y con sus progenitores y todo, a una ceremonia que nunca existió y que fue producto de una broma que quién sabe a quién se le ocurrió. Así que yo la neta, aunque no fui de las afectadas de la otra vez, tenía mis reservas sobre el dichoso evento.

Total que pensé mucho en ir fashion (o sea fashion entendido desde mi persona, no desde la de los demás) o ir nomás no tan fachosa. Y ps opté por la segunda. Pero cuál va siendo mi sorpresa, cuando llego a la facu y todo el mundo iba como si fuera director ejecutivo de FEMSA. Bola de hipócritas, toda la carrera de jeans y tenis y ahora sí muy licenciados no??? Jajajaja. Ok, ok, tienen razón, me dieron ganas de correr y asaltar a alguna cajera de banco. Pero mejor me resigné e intenté contar a las personas normales (entendido desde mi persona, jajaja), que también iban más casuales y relajados.

Una vez superado este trauma, llegó el segundo: papás, mamás, tíos, novios, hermanos, flores y demás por todos lados. Y yo... sola como un perro. Jajajaja. Bueno, la neta para mí no era "El Evento", así que ese trauma fue más fácil de superar. Y para cuando llegó mi impuntual baby sugar, de jeans, playera y tenis, y sin familia ni anexas, pues yo ya tenía la situación más que controlada.

Y la cosa empezó con un discurso del buen Deluhmeau... ¿así se escribe? Bueno, él, pero duró 5 minutos y luego luego una señora que sí ubico pero no sé qué ni quién sea, empezó a pasar lista... ah no, perdón, a nombrar a los graduados para que fueran por su diploma. Y nada de aplausos, la cosa no era reconocer a nadie ni festejar nada, la cosa era cumplir con su protocolo de entrega de diplomas de la sobrepoblada carrera y desalojar pronto el auditorio, que es para cosas importantes y no jaladas.

Así que cuando escucho mi nombre ahí voy, toda digna e importante y ¡zaz!, que se me atraviesa un escalón... y ¡aaaaahhhhh! No me caí, pero casi. Fue horrible, todo el mundo me vio, todos se dieron cuenta, y yo sólo caminé rápido, (y como pingüino, según Diego), me subí al escenario, no saludé a ninguno de los profes que estaban ahí, sólo busqué al que tenía mi diploma y respondí su felicidades con un extraño "gracias" y un peor gesto entre risa, llanto, pena y frustración, y me bajé sin dejar que me tomaran la foto del momento. Así que al menos seré recordada como la loser que casi se cae en plena entrega de diplomas. Obvio, tenía que ser yo. ¿Quién más cerraría la universidad con ese brochesazo de oro? Pero lo superaré... eso y la fea ceremonia organizada por la coordinación...

sábado, 14 de marzo de 2009

Hay cosas que no se olvidan...

El otro día estaba a punto de dormir, cuando de repente así sin más, llegó a mí un pensamiento muy extraño: el teléfono de mi amor de secundaria. Sí, de ese niño chaparrito de pelo chinito y de ojos divinos y sonrisa celestial. Bueno, igual y no es para tanto, pero yo estaba más que enamorada y me derretía por los pasillos de la escuela nomás de verlo pasar. El caso es que parte de las obsesiones que tiene una niña en la secu es saber todo del niño que le gusta aunque él no tenga ni idea de su existencia en este mundo. Así que yo podía no saberme las fórmulas, los elementos de la tabla periódica, las capitales o los despejes, pero de memoría me sabía su nombre, su teléfono y hasta las placas del vochito blanco de su mamá.

Así que mientras intentaba dormir en mi cama me acordé de su teléfono. Bueno, en sí no de su teléfono, si no que me acordé de que me lo sabía (todavía hasta hace poco) e intenté acordarme de él, cosa que fue inútil. Y pensé y pensé y nomás nada de nada. Así que empecé con las chaquetas mentales de la pérdida de memoria por edad, o que de plano el cerebro suprime información que no le sirve para nada, o que la vida me había llevado por caminos en los cuales saber el teléfono de mi amor de secundaria era igual a no saberlo.

El caso es que me dormí y al día siguiente recordé mi trauma, lo que me llevó a pensar y a recordar el teléfono. De las placas si no me pregunten porque no tengo ni idea, ésas están más obsoletas que nada, con eso del reemplacamiento saber las placas no me sirve de nada. Ahora tengo el teléfono en mi cabeza. No pretendo llamar para confirmarlo y menos para saludarlo, sería una estupidez, pues gracias al hi5 sé que es el hombre más enamorado del mundo, aunque su novia no me simpatiza. Además como lo dije, el niño no sabría ni quién demonios soy y para hacer el ridículo a propósito no está mi vida. Pero me alegra saber que hay estupideces que a mi edad no se olvidan. Aunque últimamente suelo olvidar cosas importantes... ¿a poco no es absurda la vida? Caray...



domingo, 8 de marzo de 2009

¿Qué pasa?

En realidad así que me muera de ganas de escribir, pues no. Pero ya tiene un buen que no publico nada aquí... y no por falta de tiempo o recursos... más bien por falta de ganas y esos ánimos que a uno le tienen que dar para empezar a escribir.

En relación con la entrada anterior... ni hablar, todo está igual o peor. La verdad tengo que aceptar que sí, soy una chocante, caprichosa, manipuladora, egoísta y mala hija. Ja, bueno, a lo mejor no tanto así, pero de que casi siempre termino haciendo... no todo lo que quiero, pero sí la mitad, eso que ni qué.

Luego, la semana pasada me pasó eso que me tenía que haber pasado hace como mes y medio. Pero no. Me pasó cuando no tenía que pasar... y aaaah!!! ¿Ustedes saben por qué las cosas pasan cuando no tienen que pasar y viceversa? ¿Por qué una oportunidad no llega cuando tiene que llegar? ¿Por qué a veces pasa todo lo que quieres al mismo tiempo, de modo que tienes que elegir y dejar ir? En fin, dicen que las cosas pasan por algo... y también dicen que las oportunidades que dejas ir no se desaprovechan porque alguien más las toma. Y en fin, así es esto de vivir.

Ahora, ya me di cuenta de que no soy tan impulsiva como faroleo ser. A lo mejor tiene que ver con que soy más cobarde de lo que digo que no soy. El punto es que algo tengo que hacer. Y ¡¡tarán!, créanlo o no, ya me apliqué con la tesis. Esperemos me dure la ilusión de aquí a acabarla no?

Y bueno, después de una semana en la que sigo siendo mala hija, mala amiga, mala hermana, mala pasante, mala actriz y de seguro mala novia, mala escritora y mala ciudadana, (por aquello de que mi voto sigue en venta), me despido deseándoles una bonita semana... o bueno, al menos no vean la tele pa que no se enteren de la crisis... no prendan el radio... no lean el periódico, o supérenlo, total, siempre hemos estado en crisis no?