Karma

Pues resulta que hoy descubrí que en el fondo soy una mala persona. Unos dirán que fue por ardilla; otros que por celos (ni al caso...); otros que porque tengo pedos ( y los tengo). Yo la verdad creo que fue un acto impulsivo, de esos que de repente ni cuenta te das y ¡chaz!, ya lo hiciste. Y sabes que está muy mala onda pero... ni te importa, jajaja. El punto es que yo le quiero echar la culpa a mi naturaleza cangreja.

Pero... Dios castiga hermanos míos. Bueno más a mí, porque yo nomás hago algo y ¡zaz! ahí va el trancazote del creador. No me perdona ni una. Y es que fíjense que no sé dónde dejé mi carta de liberación del servicio social. Sí, esa que me dieron el viernes. Y eso no es lo peor... aaay Moniquita, no me odies... tampoco sé dónde está la tuya.. Y ya, perdí las dos cartas. Ya busqué en todos lados... hasta volví a marcar al CECADESU, te lo juró Mon y Juan Carlos buscó en el folder de Servicio Social, que era mi última esperanza...y nada. Ya ahora sí no tengo idea de dónde pudieron haber quedado. Así que mañana tendré que pararme, con mi cara de imbécil, a decir que si me hacen otras. Sí, de pena ajena.

Y pues mi hermano, al que le conté mi maldad (mal hecho por cierto), no para de repetirme que eso es karma. Y la Muñe me dijo que al que obra mal, peor le va. Y pues si vas de más feo a menos feo, pues es mejor echarle la culpa al karma y a Dios que a la imbecilidad humana... Y tú Mon, pobre, tienes que pagar las consecuencias de tener una amiga con instintos cangrejos impulsivos... me cae que no lo vuelvo a hacer!!!

PD. He acabado el informe... (ja, pero sin la carta de nada sirve eso...)